domingo, 8 de julio de 2007

Amarás al líder sobre todas las cosas


El fabuloso reportaje de Jon Sistiaga emitido en la cadena cuatro hizo que abriera los ojos a una realidad ajena para mí hasta ayer.
Ver como una fina línea blanca separa dos situaciones tan distintas, impresiona: la próspera Corea del Sur a un lado, la dictatorial Corea del Norte al otro.
En la frontera de la línea blanca, mientras los soldados del sur dedican el tiempo a inmortalizar el momento con sus cámaras fotográficas, los del norte vigilan recios mirando hacia su propio país para impedir que los ciudadanos pisen siquiera la raya. Como en tantos otros regimenes acaudillados, ser disidente es peor que la muerte.
Un país hipnotizado por el péndulo del dictador Kim Jong II(que se hace llamar el "líder"),parece bailar al son de una triste canción.
Todas las imágenes muestran gentes con caras lánguidas, autómatas que dan un pesado paso tras otro, y que van ordenados y en grupo hasta en sus momentos de ocio.
¡Jon tuvo suerte al no ser americano!Jeje, sí; los americanos son enemigos de la patria, y sólo pueden permanecer en el país durante tres días.
Para una nación en constante sospecha de todo, cualquiera es susceptible de ser acusado.Puedes jugártela si das la espalda a un lienzo del líder, si preguntas demasiado, o si sales solo de tu hotel para dar una vuelta.
Datos como que el líder duerme tres horas al día,o que tiene miles y miles de libros escritos de su puño y letra, informan de su don de la ubicuidad; omnipresencia que se refleja en todos y cada uno de los periódicos y medios de comunicación.

En definitiva, éste es un peculiar lugar con normas simples: Amarás al líder sobre todas las cosas.

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